La Investigación –
Acción – Participativa:
Una vía para la
transformación social[1]
Benjamín Martínez
Toda sociedad que desee sentir / hacerse autónoma,
debe construir su propio sistema de enseñanza – aprendizaje. Sin embargo, no
siempre esto se logra, debido a las dinámicas político-económicas en las cuales
se encuentran inmersas a nivel internacional. Venezuela, como sabemos, es
ejemplo de una intensa fricción entre las posibilidades o no de salir del
dominio ideológico, material y cultural de una ciencia hegemónica que no desea reconocer
el potencial epistémico de sus ciudadanos.
Ante esta realidad, la Investigación – Acción –
Participativa (IAP), se presenta como una necesidad, dado que, nacida desde
diversos espacios de Nuestra América, realza metodológicamente la potencialidad
de un nosotros tradicionalmente excluido de la formalización del conocimiento.
Cuestionando el positivismo, cuyo único interés
radica en la legitimación de “autoridades” que fuerzan la realidad en función
de la expropiación y posterior mercantilización del saber, bajo el dominio de
unos pocos, la propuesta de una Investigación que fortalezca genuinamente los
procesos de emancipación social resulta indispensable.
Recordamos que la propuesta de la IAP, desde Orlando
Fals Borda es, como toda experiencia científica, política, con la diferencia de
que es una política en el buen sentido del encuentro de lo plural, tan es así,
que no puede existir algo premeditado por un “experto”, pues incluso, esta
misma figura no existe. El potencial de todos los involucrados, se realza como
una intelectualidad que se construye colectivamente desde el principio de una
problemática, tanto así que no puede existir hipótesis sino una
problematización que, atravesando todo el proceso, potencia la reflexión
inevitablemente crítica y dialógica.
Así mismo, al cuestionar la forma en que
hegemónicamente se ha producido conocimiento, la misma idea de “Método” se
diluye, al verse cuestionada la retórica verticalista que distancia al
“experto” de la realidad de la cual él mismo forma parte. Con lo cual, la
objetividad se devela como una ilusión con una fuerte carga política. Así, es
la intersubjetividad la que adquiere trascendencia y es la que, en efecto,
provee de sentido la labor investigativa.
De esta manera, Kuhn, tiene aún toda la vigencia,
pero también la tradición crítica que se potencia con Marx, pues, debemos
considerar las condiciones estructurales (materiales e inmateriales), desde
donde estamos haciendo investigación y por supuesto, de quienes la realizamos.
Como bien podemos darnos cuenta, se trata de una ruptura paradigmática entre
una forma hegemónica que para nada contribuye al proceso de transformación
social (esto es de involucramiento de la sociedad en la producción de
conocimiento y, en general, de concienciación) y otra donde la creación no sólo
es científica sino también cultural en todas sus dimensiones.
Al reconocer la implicación de la cultura en el
proceso de formalización de la producción de conocimiento sobre la realidad, no
sólo se realiza un acto de justicia con los elementos involucrados en el
proceso de investigación, sino que se reconoce la amplitud que adquiere la
reflexión y el grado de transformación de la propia existencia humana ante un
determinado tema de estudio.
Para lograr esto la IAP, nos invita a su
realización, desde una perspectiva, que bien podemos caracterizar como cíclica,
o más bien revolucionaria, para usar los propios términos de Kuhn, esto quiere
decir que se puede ejecutar en varias etapas.
De manera detallada:
Fase 1: Sensibilización
Consiste en reconocer
la necesidad de una investigación, donde participen todos los sujetos
involucrados, e incluso aquellos que no teniendo primeramente la voluntad de
participar, resultan indispensables para la ejecución del proyecto. En este
punto se destaca que no se trata de una investigación tradicional, sino de un
proceso de transformación de una realidad donde, obviamente, se requiere el
análisis de la situación o contexto donde ha surgido la inquietud colectiva,
esto es, una necesidad sentida, que amerita ser resuelta, para lo cual, es
indispensable el análisis colectivo. Las formas posibles de resolución, invitan
a una reflexividad a partir de los recursos, estrategias y consideración de las
capacidades de todo el equipo de investigación.
Fase 2: Problematización
Es el momento donde todos los involucrados especulan
sobre la forma en que puede o no llevarse a cabo la investigación, y aunque
indica un momento de arranque vital para todo el proceso, atraviesa, en tanto
puesta en marcha de la praxis, todo el proceso de investigación e incluso, las
propias subjetividades que le otorgan sentido. Una vez acordado el
tema-problema, y la perspectiva teórica desde la cual se pretenderá la
reflexión-acción, entonces se procede a la planificación.
Fase 3: Planificación
En esta fase se acuerda el cronograma tentativo a
seguir para la realización de la investigación, así como los recursos
materiales que puedan ser requeridos en todo el proceso.
Fase 4: Ejecución
Sintetiza la praxis, el desempeño de todo el equipo,
y las tareas a desarrollar, el ajuste o no de las estrategias y recursos
acordados colectivamente en las fases anteriores.
Fase 5: Evaluación
Aún cuando, por razones lógicas, la hemos ubicado en
la última fase, el proceso evaluativo, como parte de un ejercicio colectivo y
humano, está presente de manera indispensable en todas las fases, sin embargo,
como fase final, la experiencia se evalúa de manera integral, sobre el cómo y
el por qué se fue realizando la investigación de una forma específica en cada
momento.
Cabe destacar que en esta fase, la experiencia acumulada,
necesariamente desembocará en una nueva fase de sensibilización, la cual
consiste precisamente, en socializar a partir de las consideraciones
resultantes de la ejecución de una IAP, en el contexto en el cual ha surgido.
Referencias
consultadas:
- Fals Borda, Orlando: Conocimiento y poder popular. (Lecciones con campesinos de Nicaragua, México y Colombia). Siglo veintiuno editores / Punta de Lanza. 1986.
- Kuhn, Thomas: La estructura de las revoluciones científicas. Fondo de Cultura Económica. Primera reimpresión 2007, de la tercera edición en español. (1962) Traducción de Carlos Solís Santos. México.
- Leff, Enrique: Aventuras de la epistemología ambiental: De la articulación de ciencias al diálogo de saberes. Siglo veintiuno editores. Segunda edición, 2007 (2006). México.
- McLaren, Peter y Farahmandpur, Ramin: La enseñanza contra el capitalismo global y el nuevo imperialismo (Una pedagogía crítica). Editorial Popular. España, 2006.
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