La potencialidad hermenéutica de la cultura venezolana en tiempos de
la democracia participativa y protagónica: Hacia una praxis
intercultural[1]
Benjamín Eduardo Martínez
Hernández[2]
Agradezco
enormemente la presencia de todos y todas el día de hoy. Reconozco que a veces
no es nada fácil hacer tiempo en medio de nuestras múltiples ocupaciones, pero
al menos estamos casi todos presentes, faltando sólo un compañero que me ha
llamado personalmente para disculparse por su ausencia. Sean pues, bienvenidos
y bienvenidas.
Esta es una reflexión
inspirada principalmente en los últimos avances de lo que bien pudiera ser una
línea de reflexión permanente del ETEPE, en vísperas de su Sexto Aniversario
(2006 – 2012), que esperamos realizar pronto en el Waraira Repano. Hace un poco
menos de dos años, en los espacios de la Escuela de Sociología de la UCV,
mostraba un acercamiento al valor de la religiosidad como acto creativo, y en
tanto es así, hermenéutico[3],
con eso ampliaba el horizonte de mi perspectiva, la cual ha deseado ser tan
ecuménica como crítica desde este mismo espacio de debate. Tal ecumenismo lo
ilustré posteriormente para indagar la complejidad del “problema de la
violencia”, invitado por la Sociedad Venezolana de Psicología Judicial[4],
bajo el mismo horizonte epistémico que ve en la hermenéutica un espacio
dialéctico, y más que eso, una estrategia ineludible. Ese mismo año, en el
marco de un acontecimiento de gran magnitud para todos los etepianos, como lo fue el Seminario: De la Complejidad
a la Praxis:
Pensamiento crítico y desarrollo personal, mostraba cómo dicho horizonte
nos permite alcanzar, incluso, una mirada del despertar humano como crítica a
la noción del desarrollo[5]. Incluso a nivel metodológico, la
hermenéutica devela una trascendencia ontológica indispensable para la
constitución del nosotros etnográfico y así fue como lo evidencié en noviembre
del año pasado a mis estudiantes de Antropología Social de la UCV[6].
Y, más recientemente, como parte de mis
estudios de psicología, realicé dos ejercicios que me parecieron más que
oportunos, indispensables para afinar el procedimiento hermenéutico desde una
episteme siempre plural, tal y como lo he venido sosteniendo desde el año 2005[7].
Es ésta pues, una séptima exploración, consciente de las limitaciones
temporales para la presente disertación, pero confiados en la importancia que
adquiere la temática para fortalecer la experiencia de investigación en el
ETEPE, e incluso, para otros espacios.
Ahora bien, ¿Qué es, en
definitiva, la hermenéutica?
Parto, para esto, tanto de su
raíz etimológica como de una validez epistémica. La palabra viene de Hermes,
“el mensajero de los dioses”, el que llevaba “la luz” al hombre (griego), es
una explicación ciertamente mitológica que no escapa a esa raíz de la
importancia del mito, tal y como los mismos griegos como Aristóteles
evidenciaron su valor para interpretar y es que la realidad no escapa a su
metaforización: no hay lenguaje sin producción simbólica, y por ende, a su
constitución ideológica, y por lo tanto, la verdad se esgrime como un consenso,
a pesar del positivismo reduccionista. De esta manera, la hermenéutica es más
que un recurso metodológico, una estrategia cultural para poder conducirnos en
sociedad, al menos, así podemos esbozarla para los fines de esta exposición.
Es en la cultura donde radica,
por ende, la potencialidad de la hermenéutica, pues sin reivindicar el
simbolismo que ella contiene, la propia historia sería inasible. Todo
acontecimiento posee su potencialidad interpretativa. La hermenéutica fue
puesta en funcionamiento por la teología para “develar” la “veracidad”, en
tanto autenticidad de las sagradas escrituras, pero, ¿hasta qué punto no se
trataba más bien de la búsqueda de un consenso sobre tales o tales testimonios
allí plasmados? La historia narrada por sus protagonistas, revela pues, un
primer intento interpretativo, de la misma manera en que en una etno-grafía, se
revela la escritura de quien “estuvo ahí”. No hay pues, historia ni etnografía
sin hermenéutica, todo el pensamiento es un acto hermenéutico, pensamos desde
la interpretación de lo que nos acontece.
La democracia participativa y
protagónica es necesariamente, evidencia de la historia, de Nuestra historia,
pues se trata de una estrategia única, desde Venezuela, a la cual hemos podido
llegar, precisamente sobre la fundamentación de una conciencia sobre el pasado,
más allá de las retóricas que ven en el esfuerzo gubernamental un esfuerzo por
controlar el poder, lo cual, por cierto, no es ajeno a ningún gobierno, lo
interesante es que el pasado re-narrado, en esa visión sin duda, crítica, para
deslegitimar a los gobiernos anteriores, (cuyas élites económicas, además,
siguen imponiendo su lógica ideológica capitalista en mayor o menor medida,
dependiendo del caso), se presenta como un esfuerzo hermenéutico, cuya
potencialidad radica en que el ciudadano “de a pie”, pueda asirlo, procesarlo,
aprehenderlo, en función de su propia hermenéutica, esto es, representándose
como perteneciente de esta multiplicidad de imaginarios que convergen en
múltiples configuraciones que hoy se denomina, al menos jurídicamente como
“pluricultural y multiétnica”, y cuyo esfuerzo principal radica en concretarla
como intercultural. El potencial hermenéutico de nuestra cultura venezolana
radica pues, en realzarla y conducirla hacia una genuina praxis intercultural.
Tal síntesis, necesariamente inacabada, se realiza en su historicidad como universos
dialógicos posibles, como he argumentado en otros espacios[8],
y en este momento sostengo que el potencial hermenéutico de nuestra cultura,
para que sea valorado como tal, y para
que posibilite una praxis realmente contrahegemónica, esto es, propia, debe ser,
necesariamente intercultural. Desde aquí apostamos por empezar este sendero
nada fácil desde una dialógica genuina, desde donde deberían partir nuestras líneas
de investigación, sólo así podremos avanzar realmente.
¡Muchas gracias!
[1] Resumen de la Conferencia dictada en la Segunda Reunión
Mensual del Equipo de Trabajo Epistemología para la Emancipación. Ciudad
Universitaria de Caracas. Caracas, Venezuela. Sábado 21 de Abril de 2012.
[3]
La religiosidad como posibilidad hermenéutica:
lecturas desde la antropología, la psicología social y la sociología. Conferencia dictada en la
Sala Simón Sáez Mérida. Ciclo de
Conferencia de Teoría Social I y II. Escuela de Sociología. Universidad Central
de Venezuela. 28 de Octubre de 2008. Caracas, Venezuela.
[4]
La Cultura de la Violencia en Venezuela
(2002 – 2009): Nuevas rutas para un ecumenismo realmente ético. Ponencia dictada en las V
Jornadas de Psicología Jurídica, Centro de Estudios del Desarrollo / Facultad
de Humanidades y Educación, Universidad Central de Venezuela. Caracas, 30 de
Octubre de 2009.
[5] La
Comprensión de la
Realidad desde las Inteligencias: Un acercamiento a la Función Hermenéutica
del Sentido Común. Tercera Conferencia del Seminario: De la Complejidad a la Praxis: Pensamiento crítico
y desarrollo personal, organizado por el Equipo de Trabajo Epistemología para la Emancipación. Caracas,
Venezuela, 14 de Noviembre de 2009; Análisis de los procesos de aprendizaje
protagonizados en el Seminario: “De la complejidad a la praxis: pensamiento
crítico y desarrollo personal” (Octubre 2009 – Febrero 2010). VIII Simposio Internacional sobre
Educación y Cultura en Iberoamérica. Universidad de Ciencias Pedagógicas Juan
Marinello, Matanzas, Cuba, del 16 al 20 de Marzo de 2010.
[6] La etnografía: Experiencia hermenéutica y dialógica. Conferencia
dictada en la Escuela de Sociología, Sala Simón Sáez Mérida.
Facultad de Ciencias Económicas y Sociales. Universidad Central de Venezuela.
Equipo de Trabajo Epistemología para la Emancipación. Caracas, lunes, 7 de
noviembre de 2011.
[7] En torno al concepto de epistemología plural
(redefiniendo la función social de la ciencia desde la antropología). Ponencia presentada
en el Simposio Nro 48. Epistemología Plural. I Congreso de la Asociación
Latinoamericana de Antropología. Julio 11-15 de 2005. Rosario,
Argentina. (Simposio Coordinado por quien suscribe junto al profesor Esteban
Emilio Mosonyi).
[8]
La
interculturalidad: una responsabilidad ineludible (aportes desde la experiencia
en comunidades kari'ña, pumé, chaima y
taurepán).
Conferencia dictada en la Sala Simón
Sáez Mérida, Escuela de Sociología, Universidad Central de Venezuela. Jueves, 8
de Abril de 2010; Interculturalidad:
Desafío del Estado Venezolano (a propósito del derecho consuetudinario en
cuanto a educación y justicia). Conferencia dictada en la Escuela de Sociología,
Universidad Central de Venezuela. Caracas, 28 de Octubre de 2010; Interculturalidad
(experiencias dialógicas de una praxis posible).
Conferencia dictada en la Escuela de Sociología, Sala
Simón Sáez Mérida. Facultad de Ciencias Económicas y Sociales. Universidad
Central de Venezuela. Caracas, jueves, 10 de noviembre de 2011.
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